4 de marzo: día mundial de la obesidad

¿Qué es la obesidad?

La obesidad se define como una acumulación anormal o excesiva de masa grasa que puede ser perjudicial para la salud (OMS, 2024).

¿Por qué este exceso de masa grasa puede ser perjudicial para la salud?

Porque en presencia de obesidad, el tejido adiposo no sólo aumenta en cantidad, generando problemas mecánicos y físicos en el organismo, si no que se vuelve disfuncional, generando problemas bioquímicos en el organismo.

Un tejido adiposo disfuncional es pro inflamatorio, pro oxidativo, genera resistencia a la insulina, empeora el funcionamiento de algunas células inmunes, entre otras cosas que desencadenan diversas enfermedades.

Existe asociación entre el exceso de tejido adiposo y el desarrollo de enfermedades como diabetes, hipertensión, colesterol alto, hígado graso, osteoartritis, apnea del sueño, depresión, cáncer, entre otras.

El exceso de tejido adiposo se relaciona con muerte prematura, principalmente por eventos adversos como infarto agudo al miocardio (IAM) o accidente cerebrovascular (ACV).

La prevalencia de obesidad se ha duplicado desde el año 1980. Chile tiene una tasa de sobrepeso y obesidad de casi un 75%.

¿Cómo podemos evitar y/o prevenir la obesidad?

Es importante hacer la distinción de que la obesidad es un problema de salud pública, no es un tema de estética ni de aceptación personal. En este sentido, la obesidad es de causas multifactoriales. No se debe únicamente a “comer mucho y moverse poco”.

La obesidad se comienza a gestar antes del embarazo. El estado nutricional de la madre en el momento de la concepción afecta el riesgo de obesidad de ese niño. Al igual que la alimentación de la madre durante el embarazo, el tipo de parto (vaginal o cesárea), el tipo de lactancia (materna o artificial), las primeras comidas, la alimentación hasta antes de los 2 años, la ganancia de peso durante la adolescencia, entre muchos otros factores nos predisponen a una ganancia excesiva de masa grasa en la adultez.

Una vez que somos adultos, el sueño, el estrés, las hormonas, la carga genética, el estilo de vida en general. Todo influye.

Por otra parte, los factores socioeconómicos y culturales son igual de importantes. La oferta y acceso a alimentos es un determinante de salud de altísimo peso. Pero podemos hacer cambios y podemos educar para mejorar esta situación.

No debemos culpar al paciente con exceso de masa grasa, pero sí debemos educar para que cada persona se haga responsable de las decisiones que afectan a su salud y es importante destacar la diferencia entre responsabilizar y culpabilizar.

¿Cómo abordamos el tema del estigma por peso y gordofobia?

Aclaremos algunas cosas:

1. La diversidad corporal existe y es urgente empezar a hacernos a la idea y dejar de discriminar a las personas de tamaño grande.

2. No podemos asociar cuerpo grande = enfermo y cuerpo delgado = sano. Eso es muy simplista y reduccionista, y la obesidad es bastante más complejo que eso.

La obesidad no tiene nada que ver con el valor de una persona, ni con sus conocimientos y capacidades.

El estigma y discriminación por peso existe y debemos encontrar la manera de erradicarlo.

Una persona con exceso de masa grasa no es ni menos valiosa, ni menos capaz, ni peor persona. Un profesional de la salud con exceso de masa grasa no es menos competente.

Pero, minimizar el papel de la obesidad como causante de múltiples enfermedades, es poco sensato. Que no siempre existan relaciones de causalidad, sino que sólo de asociación, es porque en ciencia, cuando encuentras una asociación negativa, no es ético hacer un estudio para comprobar causalidad exponiendo a un grupo de personas al factor negativo en cuestión. Eso significaría comparar 2 grupos, uno con una dieta normocalórica y uno con una dieta hipercalórica, para que gane masa grasa en exceso y ver si tiene mayor riesgo de enfermar. ¿Lo ves correcto?

  • Discriminar por peso y por imagen corporal es gordofobia.
  • Decir “come menos y muévete más” es simplista y reduccionista.
  • Educar sobre la diferencia entre la comida real y los productos elaborados ultraprocesados no es gordofobia.
  • Enseñar sobre porciones e instar a tomar mejores decisiones no es gordofobia.
  • Informar sobre los riesgos que conlleva una ganancia excesiva de masa grasa no es gordofobia.

¿Cómo abordamos el tema de la obesidad infantil?

La obesidad infantil es un tema serio. Si no actuamos a tiempo, un niño con obesidad se va a volver un adolescente con obesidad y posteriormente un adulto con obesidad, con todas las complicaciones que ello conlleva. La obesidad no es un tema de estética, es un tema de salud, y grave. Vamos a ser la primera generación en tener peor esperanza de vida que la anterior debido a las enfermedades crónicas no transmisibles asociadas al exceso de peso y masa adiposa.

  • Un niño gordito no es un niño sanito
  • Un niño gordito no está más criadito


Un niño con exceso de peso tiene riesgo de padecer todas las enfermedades o condiciones mencionadas más arriba.

Es por esto que los adultos a cargo de la alimentación de los niños son los únicos responsables.


Papás: póngale ojo a la alimentación de sus hijos. Ellos dependen de ustedes y nadie más que ustedes. Lo que ellos comerán será lo que ustedes les darán.
Abuelos: no “malcríe” con comida. No “regalonee” con golosinas. No sea el “abuelo de las galletas”. Sea el abuelo entretenido y dedicado que juega con sus nietos, que le cuenta historias, que le lee libros. Eso es lo que queda en los recuerdos al final.

Pongámonos serios si no queremos que nuestros niños se enfermen. Antiguamente, éstas eran las enfermedades de los adultos mayores. Últimamente de los adultos. Y ahora llegaron a los niños.

Desde ComoQuiero queremos realzar la alimentación de antes. Una alimentación familiar. Todos reunidos en la mesa. Con #comidadeverdad.

Entradas creadas 12

Publicaciones relacionadas

Comienza escribiendo tu búsqueda y pulsa enter para buscar. Presiona ESC para cancelar.