Semana corta, larga la espera

En un sartén con un poco de aceite, dora la cebolla picada fina hasta que esté blanda y agarre color moreno. Deja enfriar sobre un plato. Corta el batata en rodajas de 1 cm.

Ten un plato con un poco de harina a mano. En un bowl echa la carne, la cebolla, el comino, sal y pimienta. Con las manos bien lavadas, amasa la carne incorporando bien. Piensa que es harina y agua si te da un cosquilleo de nervios.

Divide la mezcla en 4, y lávate de nuevo las manos. Sin secarlas, toma una parte, haz una bola y aplástala para que tome forma de disco. Pásala por la harina y déjala sobre una tabla. Mójate de nuevo las manos, y repite con las otras 3 partes.

Prende el horno a temperatura mínima. Calienta una olla mediana con el aceite, un buen rato hasta que esté bien caliente. Prueba sumergiendo una parte de una rodaja de batata… si crepita el aceite está listo. Echa con cuidado y de a una las rodajas, la idea es que queden completamente sumergidas, así que fríe en 2 tandas si es necesario, por unos 7 minutos o hasta que empiecen a dorar. Si tienes dudas, saca una rodaja, ponla sobre una tabla y córtale un pedazo. Sopla y prueba. Tiene que estar crujiente por afuera y blanda por dentro.

Terminada la fritanga, pásalas por papel absorbente y ponlas en una fuente para horno. Echa encima sal gruesa y pimienta fresca. Mete al horno para que se mantengan calientes.

En un sartén con un poco de aceite, dora por lado y lado cada fricandela, hasta el punto que te gusten.

Arma así: batata, tomate, batata, tomate, mayo, fricandela, tomate, batata, albahaca, batata.